jueves, 2 de agosto de 2012



 Tranquilidad es  humilde que no se deja caer con frecuencia. 
Algunas personas tienen la virtud de llevarla consigo y gozan de sus virtudes. Ser tranquila no es ser lento, es tomarse la vida con calma sin que la sangre llegue a "hervir". Es algo muy complicado pero no inalcanzable. 


 Pasear por un bosque, soñar que no hay nada mejor que hacer que observar el cielo extenso y totalmente azul, o mejor aún en este tiempo, tumbarse en una playa, mirar al horizonte y cerrar después los ojos para profundizar en el mar sin más objetivo que no pensar en nada para encontrarse a sí mismo. 


 Algunos lo llaman Zen, otros la búsqueda de la energía propia... yo la llamo calma... 


Amén. 

jueves, 14 de junio de 2012

Reorganizar


 Querido, tú:

 Voy a contarte la historia... de este blog;  hace ya algún tiempo, me propuse crear un blog, escribir mis pequeños fragmentos, a los que algunas personas llaman poemas. Por circunstancias, dejé de guiarlo por este largo y quebradizo sendero de la red. Pero sin querer, hoy me acordé que tengo un blog, que lo creé y lo abandoné, que tenía una meta y no la seguí, que me encanta escribir y casi apenas tengo tiempo y entre todos mis recuerdos, me he puesto manos a la obra y estoy ahora, en este mismo instante: casi a las 23.00 de pleno mes de Junio, calusoso y sin aire entre el espacio, estoy escribiendo en ese blog que creé, que voy a seguir, donde intentaré pasar al menos una vez al día y que me encantaría que si lo estás leyendo y te gusta lo que hago, que se lo enseñes a tus amigos, a tus vecinos, se lo leas a tu mascota, lo reecribas para el recuerdo... qué se yo, se pueden hacer tantas cosas... pero eso ya lo dejo en tus manos.

 En esta formal (informal) carta, casi e-mail abierto, por encontrarse online, a ti y a cualquier persona que lo esté leyendo, gracias.

 Nos vemos en próximas actualizaciones.

Ana.