jueves, 2 de agosto de 2012



 Tranquilidad es  humilde que no se deja caer con frecuencia. 
Algunas personas tienen la virtud de llevarla consigo y gozan de sus virtudes. Ser tranquila no es ser lento, es tomarse la vida con calma sin que la sangre llegue a "hervir". Es algo muy complicado pero no inalcanzable. 


 Pasear por un bosque, soñar que no hay nada mejor que hacer que observar el cielo extenso y totalmente azul, o mejor aún en este tiempo, tumbarse en una playa, mirar al horizonte y cerrar después los ojos para profundizar en el mar sin más objetivo que no pensar en nada para encontrarse a sí mismo. 


 Algunos lo llaman Zen, otros la búsqueda de la energía propia... yo la llamo calma... 


Amén.